Reseña

Al iniciar la lectura de este volumen de cuentos, La intimidad de los monstruos, se nos revelan personajes que son partidarios del fuego, los que incendian todo (a veces iniciando con la punta del cigarrillo en turno), los que arrasan con todo lo que está a su paso porque, parece ser, no conciben otra forma de estar en el mundo y por ello mismo son monstruosos: seres que piden sacrificios en aparente tono de juego, seres que hablan de cosas vitales, tristes y serias; seres que, sin embargo, a punta sobreexposición al fuego, tienen calcinada la percepción y por ello mismo ya no se “entristecen como debieran”.