El verbo se hizo imagen
Un libro para fotógrafos y no fotógrafos
Este libro es un intento por volver al origen. A ese momento en que disparabas por curiosidad, por juego, por verdad. Antes de la agenda llena. Antes del personaje. Antes de que el dinero, el ego o la expectativa se sentaran a disparar conmigo.
Aquí no vas a encontrar recetas. No hay fórmulas. Lo que hay son preguntas. Grietas. Dudas que te pueden doler, pero que si te las tomas en serio, también pueden devolverte algo más profundo que un portafolio: tu propia mirada.
Porque la cámara —si se lo permites— no solo captura instantes. También revela quién estás siendo mientras miras. Y a veces, la mejor foto no es la que tomas. Es la que te toma por completo y te obliga a despertar.
Este libro es para quienes alguna vez sintieron que estaban
perdiendo el alma mientras ganaban likes. Para quienes sospechan que la belleza sin verdad no basta. Para quienes están dispuestos a disparar más lento… pero con más sentido.