Donde descansan las estrellas
Arturo ha perdido el rumbo. En el cielo encuentra una última travesía, un retorno imposible hacia esa Ítaca interior que alguna vez le sostuvo. Setenta y tres minutos de vuelo bastan para confrontar la soledad, el vacío y la nostalgia que lo persiguen como una sombra interminable.
Entre la saudade de lo que ya no fue y el vértigo de lo que nunca será, la obra nos invita a internarnos en la fragilidad del alma humana, en la búsqueda desesperada de sentido y en la belleza melancólica de un viaje sin regreso.
Una novela intensa, escrita con crudeza y lirismo, que se alza como metáfora de la condición humana: el anhelo de volver a un lugar perdido, aunque este ya no exista más que en la memoria.