Andanzas Ortopedagógicas
Pobre México, tan lejos de dios y tan cerca de la pedagogía o, mejor dicho, de la orto-pedagogía. Andanzas Ortopedagógicas es un título que puede entenderse en dos sentidos: en el sentido de andar en una disciplina, dentro de la pedagogía, que se encarga de atender las dificultades en la enseñanza y el aprendizaje o, por el contrario, como se nos revela en este texto. Así como la orto-grafía es la recta escritura, así, pero en sentido inverso, la orto-pedagogía es, no “la recta pedagogía” sino, la pedagogía del recto. Más todavía, “la recta pedagogía” es la que no existe o, mejor dicho, es la pedagogía cuando deje de existir. “La pedagogía del recto” es la única pedagogía realmente existente. El problema con los autores del texto es que son unos helénicos que viven en el siglo XXI, para quien la palabra pedagogía significa lo mismo que para Platón: una actividad propia de sirvientes. Y el término “pedagogo”, lo mismo que para los antiguos, un adulto esclavo y borracho que conduce a los adolescentes con su maestro, el didáskalos (el verdadero maestro) para con sus padres. Según los griegos, el andar del pedagogo era ése, el andar de un esclavo que tirita de alcohol, conduciendo niños de un lado para otro de la polis. Andanzas ortopedagógicas, recorre la educación en los tiempos en que es impartida por esclavos y para esclavos, desde los Siervos y para los Siervos.