Nadie lo vio venir
Bryden y Sam lo tienen todo: carreras profesionales brillantes, una casa en un edificio de lujo, buenos amigos y una hija a la que adoran. La vida perfecta para la pareja perfecta. Entonces Sam recibe una llamada en su despacho. Bryden no ha recogido a su hija de la guardería. Al llegar a casa con la niña, Sam encuentra el coche de su mujer en el garaje. En su apartamento, el portátil de Bryden está abierto sobre la mesa, su móvil al lado, las llaves en su sitio habitual en la entrada. Pero Bryden no aparece por ninguna parte. Es como si se hubiera evaporado. ¿Cómo puede haber desaparecido de su propia casa? ¿Ha salido siquiera del edificio? A cada minuto que pasa y a medida que las preguntas se amontonan entre quienes la conocían el pasado de Bryden y Sam parece un poco menos perfecto, su edificio, menos seguro, sus amigos, vecinos y familiares, no tan fiables...