Nada es perverso
Manuel Espinosa Sainos nos asegura que Nada es perverso/ entre el rocío de las hojas y tus muslos./ Aquí no hay confesiones que limitan el alma/ ni charolas que incitan a pagar por el pecado,/ es lindo el aleteo de tu cuerpo en mi cuerpo./ Y al final vuelve a decirnos: Nada es perverso/ entre las brisas y tus muslos/.