Palabras en mi maleta. Tu’ un me ñunu
No se elige ser un migrante; a veces es la única opción entre la vida o la muerte. En esta encrucijada, uno se deja llevar, sin siquiera saber por qué se tiene que partir. Por eso, muchos migrantes llevan un dolor en el cuerpo que se asoma por los ojos cuando piensan en las cosas que quedaron atrás.