Producción del espacio en salud
Una práctica de incidencia científica comprometida con la comunidad
Nuestros queridos lectores encontrarán en este libro capítulos innovadores escritos por los investigadores que forman parte del Proyecto de Investigación e Incidencia en Alimentación y Salud Integral Comunitaria en 6 comunidades escolares de la zona centro y sur del país (Animah), clave Conahcyt-3003.
Cada uno de estos capítulos observa a la salud desde diferentes disciplinas (médicas y sociales) que, en conjunto, amplían y redimensionan su definición sin que su formulación se contraponga a las de las demás, sino, por el contrario, para que se enriquezcan y complementen entre sí.
En el capítulo sobre alimentación se afirma que “lo que come una colectividad determina el perfil de salud de sus miembros, entonces cuando se habla de salud o de enfermedad de los individuos y los colectivos, también es conveniente examinar lo que, para bien o mal, se come”. En correspondencia con lo anterior, el capítulo de medicina integrativa “considera a la salud de la persona o de la comunidad un todo inseparable, abarcando su bienestar físico, mental, emocional, ambiental y social, proponiendo el uso de diversos métodos diagnósticos y terapéuticos que garanticen una atención completa e integral”. Coincidiendo con las definiciones anteriores, el capítulo de salud bucal señala que “la salud forma parte de un proceso social e histórico que se construye de forma comunitaria y se ve reflejado en los cuerpos de manera particular y colectiva”. El capítulo de salud psicosocial ve la salud “como el conjunto de conductas vitales de colectivos en interacción con otras personas, grupos o comunidades, en determinado momento y en un contexto histórico”. Reforzando todo lo anterior, el capítulo de identidad, arte y cultura señala que “la salud se encuentra condicionada por factores económicos, políticos y sociales, y no puede ser entendida como un tema concerniente al ámbito personal sino como parte de la vida comunitaria”. A ello abona el eje de procesos pedagógicos: “La salud es también la capacidad de una comunidad para desarrollar un aprendizaje dialógico, libre y en plenitud con la sociedad, su entorno y su territorio”. Finalmente, en el capítulo sobre redes de alimentos se sostiene que “la salud se puede entender como una proyección de la relación práctica y metabólica que guardamos con nuestro entorno vital: una relación destructiva con él se traduce en la generación de un entorno que nos enferma y destruye”.
De ahí que podamos decir en esta investigación, y desde nuestros diversos enfoques disciplinarios, que coincidimos en definir la salud como un concepto natural, material, histórico y social que, en primera instancia, es resultado del consumo de medios de vida, como alimentos, aire, agua, espacios de vivienda, convivencia, etcétera, medios de vida con que cuenta una comunidad humana para su reproducción. Asimismo, la salud es la condición vital que permite a la comunidad desempeñar cualquier actividad tanto laboral y de aprendizaje como de disfrute o recreación; es la capacidad productiva y creativa, recreativa, intelectual, social, espiritual y política que va transformando constantemente los entornos. Y es, además, un proceso práctico, una praxis constante de continuo intercambio metabólico entre nuestro cuerpo físico y social con la naturaleza e interactuando en interdependencia.